Tru Blood

Tru Blood es una marca de sangre sintética embotellada diseñada por científicos japoneses. Distribuida legalmente entre la población de vampiros, el conocimiento mundial de la Tru Blood fue el principal catalizador de La Gran Revelación, cuando los vampiros "salieron del ataúd" y se reveló su existencia al mundo.

La Tru Blood es comercializada como una fuente alternativa de sangre para los vampiros, la cual supuestamente cumple con todas sus necesidades nutricionales. Sin embargo, muchos vampiros se refieren a la Tru Blood como "mierda" en comparación con la sangre humana. Su sabor varía, ya que hay tipos de sangre (por ejemplo, B negativo, O positivo). Se ha visto que es tan caro hasta llegar a 45 dólares por botella en hoteles.

La Tru Blood está destinado a ser servido caliente, con la mayoría de sus consumidores la preferen a 37 grados centígrados (98,6 F) para gran disgusto de Hoyt Fortenberry cuando se decidió a probarla. Se puede consumir fría o a temperatura ambiente, aunque la mayoría de los vampiros no disfrutarían mucho de la bebida a esta temperatura.

Historía[]

Fue desarrollada por orden de la Autoridad Vampírica, como parte de la agenda de "integración". Fue desarrollada durante décadas por las mejores mentes científicas en la comunidad de vampiros, como un químico francés del siglo 19 y el microbiólogo Louis Pasteur "Hueles que alimentas/You Smell Like Dinner", como una fuente de sangre sintética fue clave para la gran revelación.

Tras la muerte de Zimojic y la posterior toma de control de la Autoridad por el movimiento Sanguinista, el recién convertido Canciller Bill Compton sugirió bombardear las fábricas Tru Blood como una alternativa más rápida y eficaz para inpulsar a los demás vampiros a alimentarse de humanos nuevamente siendo su idea apoyada por los cacilleres Salome Agripa, Nora Gainesborough, Kibwe Akinjide y Rosalyn Harris. La Canciller Agripa adoraba el nuevo plan y organizó el bombardeo de la fábrica en Kuwait inmediatamente.

No está claro si las cinco fábricas fueron destruidas con éxito, pero a raíz de la posterior autodestrucción de la Autoridad, la corporación japonesa encargada de la producción de Tru Blood trabajó desesperadamente para rectificar la situación, incluso enviando a la Sra. Suzuki para reunirse con Truman Burrell para discutir el contrato de arrendamiento de las nuevas instalaciones en Louisiana.